La sala de Neumotisiología del Hospital Tornú permanece cerrada desde hace cuatro años, a pesar de la promesa de que sería una obra de sólo dos meses. El centro de salud es de referencia para pacientes con tuberculosis y al estar cerrada la sala, no hay camas para internarlos. Los pacientes graves deben ser derivados al Hospital Muñiz, y si allí no hay camas disponibles, se les brinda atención ambulatoria, poniendo en riesgo su salud. “La situación pone de manifiesto la crisis en equipamiento, infraestructura y personal que atraviesa la salud pública de nuestra ciudad”, aseguró la legisladora Gabriela Alegre, quien ayer visitó el hospital.
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