Por una ciudad más limpia
Reducí Reutilizá Reciclá
Por Daniela Méndez
Casariego
¿Quién no vio
alguna vez a una persona arrojar en la vía pública la lata vacía de una gaseosa
recién consumida? ¿Quién no viajó en colectivo y vio como un pasajero desechaba por la ventanilla un paquete vacío de algún
snack?
Lamentablemente, es
muy habitual ver esta clase de conductas en las calles de nuestros barrios.
Total, “después el barrendero limpia.”
Es vital que como
sociedad comprendamos que la ciudad más
limpia no es la que más se barre sino la que menos se ensucia. Sobre todo, si
tenemos en cuenta los problemas de infraestructura que nuestra capital posee y
que se evidencian cada vez que llueve un poco de más. Es cierto, una ciudad no
se inunda por una lata o un paquete vacío en una alcantarilla, pero el problema
se agrava si éstas están tapadas.
Tampoco debemos olvidar
que en los últimos tiempos el servicio de recolección de residuos ha sido
bastante irregular. Con cada paro de los trabajadores del rubro, montañas de
bolsas de basura se acumulan en las esquinas, ofreciendo un festín para perros,
gatos, roedores e insectos e impregnando el aire de un olor nauseabundo.
Veamos algunos números para entender la gravedad de
problema:
1.60 kg de basura es lo que genera un habitante de la ciudad por día.
4.700 toneladas de basura es lo que genera la Ciudad de Buenos Aires por día.
El 57% de los residuos es material orgánico; el 20%, papel y cartón; el 9 %, plástico; el 7,5 %, vidrio; el 3 a 3,5 %, metales ferrosos y no ferrosos; y el 3 a 4 %, pañales.
¿Dónde va toda esta basura? A los rellenos sanitarios
bonaerenses, que ya están colapsando. Pronto, no habrá lugar donde depositarla.
El Gobierno de la Ciudad acaba de firmar un acuerdo con el
de la Provincia de Buenos Aires por el que se compromete a reducir la cantidad
de residuos que allí se traslada.
Para lograrlo, la gestión de Macri promete más inversión en
plantas y contenedores.
Nosotros también podemos y debemos contribuir.
Aquí
van algunos consejos útiles:
-El servicio de recolección de residuos se realiza de domingo a viernes.
Por lo tanto, no saquemos las bolsas de residuos a la calle los días sábados.
-No saquemos a la calle las bolsas de residuos antes del horario
previsto del paso del servicio de recolección ni los días feriados.
-No arrojemos los frascos o botellas de vidrio en la basura común. La
reutilización del vidrio o su reciclaje es amigable con el medio ambiente,
sirve como materia prima y como ahorro de energía.
-El aluminio usado de las latas de gaseosas, sprys, botellas, etc.,
sirve para fabricar nuevos envases.
Juntémoslo a los contenedores especialmente dispuestos en algunos comercios
para su reciclaje.
-No tiremos las pilas con la basura común de nuestra casa, pues los
rellenos sanitarios donde se dispone la
basura no están preparados técnicamente para su disposición.
-Compremos pilas que tengan la leyenda “libre de mercurio”.
-Es aconsejable llevar una bolsa para
residuos en el auto. No debemos tirarlos en la calle.
-No
utilicemos fertilizantes químicos para el abono del suelo ni plaguicidas, que
son sustancias tóxicas que contaminan las plantas y migran hacia aguas
subterráneas.
-Utilicemos
bolsas de género para las compras diarias. Estas no son descartables y así
evitamos el uso de las bolsas plásticas, las cuales no son degradables y
requieren de mucha energía para su fabricación.
-Los
restos de comida deben ser vertidos en los tachos de basura y no en el sistema
cloacal.
Los
medicamentos vencidos también son sustancias peligrosas.
-No arrojemos latas de pintura, aceite, combustible,
insecticida, etc. a los cursos de agua ni cloacas. Un solo litro de estos
productos contamina muchos cientos de litros de agua.
-Pensemos antes de tirar las hojas de papel. Utilicémoslas
de ambos lados. Y de ser posible, usemos papel reciclado.
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