El Movimiento Comunero
a los/as vecinos/as de la Ciudad de Buenos Aires
A 120 días de la puesta en
funcionamiento de las Comunas en la Ciudad de Buenos Aires, los intentos de
volverlas un ámbito inútil e insustancial donde desenvolver pequeñas luchas
partidarias, son evidentes.
Tan evidentes como el intento de los vecinos por
convertirlas en la primera institución de la democracia participativa en la
Ciudad. El gobierno de la Ciudad intenta asfixiar las Comunas
No les transfiere funciones, bajo el justificativo de darle orden y eficiencia a un proceso de descentralización, que no existe ni tiene intención de realizar.
Salvo los sueldos de los Juntistas y
algunas monedas para fotocopias y otros gastos inocuos, no les traspasa recursos
a las Comunas, cuya inoperancia hará que en poco tiempo su intencional
inutilidad resulte evidente.
En lugar de disolver los CGP y
descentralizar sus funciones, inventó las UAC para mantener centralizada la
relación con el ciudadano/cliente.
Asignó el presupuesto que les
hubiera correspondido a las Comunas a la Jefatura de Gabinete y con él armó una
estructura centralizada de sesenta puestos jerárquicos inútiles, pero muy bien
pagos.
Todo esto con el aval de gran parte
de los Juntistas Comunales electos que cobran sueldos sin poder y/o querer hacer
nada, constituyéndose en cómplices de la destrucción del organismo para cuya
instalación y desarrollo fueron elegidos.
Y mientras esto sucede a nivel del poder ejecutivo, desde
la bancada oficialista en el poder legislativo, se urden acuerdos espurios para
dar el golpe de gracia a las Comunas modificando sustancialmente la ley que las
rige. Los partidos políticos se abalanzan sobre los Consejos Comunales
Entre tanto, en los barrios, las fuerzas partidarias tanto oficialistas como opositoras, no pudieron, salvo honrosas y elogiables excepciones, salirse de la mentalidad partidocrática en la que se deformaron.
Sin sólidas raíces en las
problemáticas que viven los vecinos y sin concebir su participación libre e
independiente, se abalanzaron sobre los recién constituidos Consejos Comunales,
queriéndolos transformar en campos de batalla partidarios, con fines claramente
electoralistas.
El Movimiento Comunero junto a los vecinos resiste
los embates
Por el otro lado el Movimiento
Comunero – como fuerza política ciudadana de fuerte contenido democrático,
popular y participativo que impulsó la sanción de la Ley 1777 y logró que las
Comunas se concretaran a pesar de la obstrucción de gobiernos y legislaturas –
integrado por
vecinos y organizaciones barriales que creen y quieren la democracia
participativa, resisten estos embates combinados. Y alumbran en cada Consejo
Comunal, con esfuerzo y persistencia, la profundización del modelo democrático
en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Lo
esperable y lo esperado
Si bien era previsible que
los primeros pasos de las Comunas fueran confusos, el sostenimiento de esta
confusión en el tiempo, es impulsado por intereses y prácticas políticas que se
ven afectados por su existencia.
Pero dicha confusión en nada
altera la profunda y extendida esperanza y aspiración ciudadana de participar en
las decisiones y el control de lo público, en un marco de convivencia pacífica y
constructiva de la dirigencia política partidaria entre si y con la
ciudadanía.
De manera que la línea
divisoria que empieza a dibujarse en el proceso de desarrollo comunal
es:
- De un lado quienes quieren convertir a estas instituciones en ámbitos de luchas partidarias orientadas a ganar votos a través de los mismos o a paralizarlas y vaciarlas de todo contenido útil para los vecinos y
- Del otro lado quienes queremos que sean un ámbito de participación vecinal efectiva, útil al bien común y generadora de formas constructivas de vinculación social y política de la comunidad.
Al Gobierno de la Ciudad para
que cumpla con la ley asignándole a las Comunas los recursos y funciones que
deben tener para desarrollarse como institución política y administrativamente
autónoma del Poder Ejecutivo de la Ciudad.
A los Juntistas
Comunales para que no se hagan cómplices de destruir aquella
institución para cuya implantación y desarrollo fueron elegidos.
A la dirigencia y
militancia política en general para que adviertan la voluntad ciudadana
de ser protagonista de su destino y se pongan a su servicio, desde el signo
partidario que sea.
A los todos los
vecinos de la ciudad para resistir cualquier intento de desvirtuar los
Consejos Consultivos Comunales y afirmemos, sin agresiones pero con absoluta
firmeza, nuestro derecho a participar en las decisiones y el control de lo que
es de todos.
- Porque con ellas los ciudadanos comunes podemos convertirnos en actores activos y permanentes de la vida política a través de los Consejos Comunales, ejerciendo nuestro derecho a participar políticamente, decidiendo y controlando lo que tiene que ver con lo común, con lo que es de todos.
- Porque el hecho de que un Organismo Público participativo y autónomo (el Consejo Consultivo Comunal) decida lo que quiere que se haga en su Comuna y controle al Organismo Público electivo y ejecutivo (la Junta Comunal) es una verdadera revolución institucional que profundiza el modelo democrático vigente.
- Porque el que las Juntas Comunales estén integradas por partidos diferentes y que los Consejos Comunales estén abiertos a todos los vecinos y organizaciones, configuran una oportunidad única para iniciar un camino de construcción de coincidencias y consensos entre los ciudadanos, entre los partidos y entre ambos, en función exclusiva del bien común. www.movimientocomunero.com.ar
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