RECORDANDO A CAMILO ESCORTZESCO:
Entre lágrimas y sonrisas
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan.
Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.
Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón.
Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías
y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.
Mamerto Menapace
El pasado sábado 13 de febrero falleció el infatigable, carismático y amoroso Camilo Scortzesco, el alma mater del prestigioso jardín Colmenita, ubicado en la Av. Forest 516 del barrio de Chacarita.. Muchas familias que lo conocieron y se enteraron se hicieron presentes el pasado 24 de febrero a las 19 hs en un emotivo homenaje en el que los tres hijos de Camilo: Mariana, Valeria y Alvaro, como así también la fundadora del jardín y de la escuela del Siglo Nuevo: la Sra Gabriela Christeller Roncoroni y su hijo Giorgio, más los docentes, familias, ex alumnos, amigos y su hermana que vino especialmente desde Seattle (EEUU) la Sra Paola Scortzesco, tuvieron la oportunidad de recordarlo juntos, con tristeza pero también con hermosas anécdotas que evidenciaron el amor que Camilo sentía por su querido jardín de infantes.
Ausente físicamente por problemas de salud, su viuda Josefina Barca, su compañera de toda la vida, y con muchas décadas de docencia impecable verá desde su cama la filmación del homenaje a su marido.
De Praga a Buenos Aires
Camilo Scortzesco nació en Praga, Checoslovaquia el 6 de agosto de 1937.Era el tercer hijo de Theodoro Scortzesco y Livia Borghese.Vivió en Italia hasta el año 1948, fecha en la que su familia se radicó en la Argentina.Se casó con Josefina Barca el 7 de julio de 1962 y tuvieron tres hijos: Alvaro, Valeria y Mariana.Hace 27 años, en marzo de 1983, nació el Jardín de infantes "Colmenita", fundado por Camilo y Josefina, conjuntamente con la familia Christeller Roncoroni.
Como consecuencia de ello, en 1986 se creó la Fundación Pio Roncoroni -de la cual él formaba parte del Consejo de Administración- creándose la Escuela del Siglo Nuevo, que inició sus actividades en marzo del 1987.
Desde entonces, con amor y plena dedicación, se mantuvo al frente del Jardín Colmenita, a la vez que colaboraba con Siglo Nuevo, desde su participación en la Fundación
El Homenaje
Noche fresca y ventosa. Más de un centenar de familias comenzaron a llegar y a poblar los pasillos y salas coloridas del jardín. El predio estaba desbordado, pero con orden y sobrecogedor silencio. Noche de reencuentros y recuerdos. Ex alumnos que pasaron por la institución, cuando eran pequeños tenían sensaciones mezcladas, muchos de ellos ya finalizaron el colegio secundario y otros universitarios.
En el hall central del jardín estaba colocado un gran panel de color amarillo con muchas fotos de Camilo con los chicos y llevaba como titulo: Recordando a Camilo.
Muchos padres de primeras promociones allá por 1990, otros posteriores, los actuales papas que envían hoy a los chicos para que den sus primeros pasos, con todas las dudas e incertidumbres que se genera en cada uno de los padres.
Seguramente desde algún lugar, Camilo habrá esbozado una amplia sonrisa por lo que ha logrado: el amor cosechado entre todos los presentes. Una noche inolvidable donde se lo recordó, entre lágrimas y sonrisas.
Testimonios
Giorgio Christeller rompió el silencio para agradecer a los presentes y avisar que fue todo tan repentino que no tuvo tiempo de avisar a todos, pero por inicativa de muchos padres se decidió crear un espacio en donde poder encontrarnos y recordar juntos a Camilo. Dijo “El espacio es chico pero el corazón es grande”.-finalizó-.
A continuación algunos padres y docentes con la voz entrecortada por la emoción expresaron lo que sentían en lo profundo de sus corazones.
“Yo quiero destacar –dijo una mamá- que el jardín no ha formado a niños sino también a sabido conformar una comunidad de familias que se siguen viendo a pesar de los años transcurridos”.
“Yo destaco –agregó- la calidad humana de todos los docentes que son siempre muy bien elegidos por Camilo y Josefina.” Las puertas del Jardín siempre han estado abiertas. Un ejemplo que recuerdo es cuando en el año 1997 muchos padres se unieron para comprar un televisor y video para que los chicos no tengan que ir hasta la Escuela del Siglo Nuevo y cruzar la Av. Forest. Tanto Camilo como Josefina siempre han sabido entender las necesidades de cada familia”
“Estamos tan emocionadas –dijo Silvia Rojas, la Directora- de ver a tantos chicos y familias que hace tiempo no veíamos. Tuvimos el privilegio de poder disfrutar de la presencia de Camilo. Era una persona abierta, comprensiva y siempre tenía algo para asombrarnos”.”Tantos años compartidos hizo que nos vinculáramos desde el afecto, por eso los lazos y las emociones son muy fuertes. Vamos a seguir adelante con este hermoso proyecto –concluyó. (aplausos)
“Los chicos siempre querían ir a la dirección porque estar con la dulzura de Camilo y las de sus chupetines…” –dijo una docente- (risas)
Asimismo aclaró que Camilo estuvo hasta último momento proyectando cosas para este año.
Una mamá pidió un fuerte aplauso para Camilo que duró más de tres minutos…
Una abuela italiana se emocionó y agradeció que su ñieto haya pasado por el jardín y sollozó porque Camilo era su compatriota, ya que vivió en Italia muchos años en su misma región de La Toscaza.
“Para mi –expresó una mamá- dejar a mis hijos en el jardín era una catastrofe por la adaptación. Recuerdo que Camilo le decía que se quede tranquila y se tome unos mates….(risas) “ Sentíamos el amor que él generaba, nos sentíamos como en familia”
“Recuerdo –dijo otra mamá- cuando traje a mis dos hijas allá por 1990. Cuando las traje me encantó que las recibiera un varón, era tan cálido y tan amigable que pasar el rato en su oficina y la forma en que me explicó el funcionamiento del jardín, me llevó a las salitas y a conocer a las maestras. Mis hijas enseguida se sintieron a gusto, no se querían ir…
Luego de la adaptación –prosiguió- me hizo un diagnóstico de las nenas….
Me dijo: Una es como un sol, siempre va a brillar y la otra es como un dulce de leche…
(risas) Yo pensaba que me iba a decir otra cosa….(risas). Y no se equivocó son tal como él las describió, me dijo la pura verdad. –finalizó-
Una mamá comentó a los presentes que Camilo una vez le expresó que ninguna familia se va de aquí porque no pueda pagar la cuota. El siempre escuchaba los problemas de las familias nunca los suyos…
Un adolescente manifestó que al mediodía en el comedor se escuchaba música clásica, pero que a él no le gustaba la lechuga y Camilo sin rodeos le cambió el menú…(risas)
Una docente tuvo una entrevista laboral y Camilo le dijo que con la sonrisa que ella tenía quedaba en el jardín …Y dijo “Recuerdo que no dejé de sonreir hasta que me fui…(risas)
Otra docente le gustaba cantar en voz alta y eso le hacía decir a Camilo ¡Esto me va a matar!...(risas)
Otra adolescente recordó que siempre en la sopa había letras y siempre se sorprendía por las distintas formas que adoptaba la sopa…(risas)
Una docente que estaba a punto de casarse y estaba ahorrando para ello se sorprendió cuando Camilo la designó como coordinadora de la colonia de vacaciones y le decía: “Siempre decí que el patio es el pulmón del jardín” La maestra jardinera recuerda que tuvo record de inscripciones…y al final pudo casarse…(risas)
Un papá le puso Camila a su segundo hijo en homenaje a Camilo y también recuerda que en la oficina de Camilo conversaban sobre la forma de dejar de trabajar…(risas) Aclara que el amaba al jardín pero quería hacer otras cosas.
Finalmente una mamá dijo:”Tenía siempre una sonrisa aunque la situación fuera adversa. El estaba siempre alegre”
Estos son una mínima parte del inmenso anecdotario que cada familia tiene en su memoria. Seguramente el espíritu de Camilo, el emblema del Jardín Colmenita, hará brotar y renovar en lo docentes su vocación, la alegría, a pesar de la significativa ausencia, para proseguir con el proyecto. El amor que Camilo prodigó estará siempre presente en todos los que lo conocieron.
Jorge A. Alicata.
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan.
Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.
Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón.
Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías
y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.
Mamerto Menapace
El pasado sábado 13 de febrero falleció el infatigable, carismático y amoroso Camilo Scortzesco, el alma mater del prestigioso jardín Colmenita, ubicado en la Av. Forest 516 del barrio de Chacarita.. Muchas familias que lo conocieron y se enteraron se hicieron presentes el pasado 24 de febrero a las 19 hs en un emotivo homenaje en el que los tres hijos de Camilo: Mariana, Valeria y Alvaro, como así también la fundadora del jardín y de la escuela del Siglo Nuevo: la Sra Gabriela Christeller Roncoroni y su hijo Giorgio, más los docentes, familias, ex alumnos, amigos y su hermana que vino especialmente desde Seattle (EEUU) la Sra Paola Scortzesco, tuvieron la oportunidad de recordarlo juntos, con tristeza pero también con hermosas anécdotas que evidenciaron el amor que Camilo sentía por su querido jardín de infantes.
Ausente físicamente por problemas de salud, su viuda Josefina Barca, su compañera de toda la vida, y con muchas décadas de docencia impecable verá desde su cama la filmación del homenaje a su marido.
De Praga a Buenos Aires
Camilo Scortzesco nació en Praga, Checoslovaquia el 6 de agosto de 1937.Era el tercer hijo de Theodoro Scortzesco y Livia Borghese.Vivió en Italia hasta el año 1948, fecha en la que su familia se radicó en la Argentina.Se casó con Josefina Barca el 7 de julio de 1962 y tuvieron tres hijos: Alvaro, Valeria y Mariana.Hace 27 años, en marzo de 1983, nació el Jardín de infantes "Colmenita", fundado por Camilo y Josefina, conjuntamente con la familia Christeller Roncoroni.
Como consecuencia de ello, en 1986 se creó la Fundación Pio Roncoroni -de la cual él formaba parte del Consejo de Administración- creándose la Escuela del Siglo Nuevo, que inició sus actividades en marzo del 1987.
Desde entonces, con amor y plena dedicación, se mantuvo al frente del Jardín Colmenita, a la vez que colaboraba con Siglo Nuevo, desde su participación en la Fundación
El Homenaje
Noche fresca y ventosa. Más de un centenar de familias comenzaron a llegar y a poblar los pasillos y salas coloridas del jardín. El predio estaba desbordado, pero con orden y sobrecogedor silencio. Noche de reencuentros y recuerdos. Ex alumnos que pasaron por la institución, cuando eran pequeños tenían sensaciones mezcladas, muchos de ellos ya finalizaron el colegio secundario y otros universitarios.
En el hall central del jardín estaba colocado un gran panel de color amarillo con muchas fotos de Camilo con los chicos y llevaba como titulo: Recordando a Camilo.
Muchos padres de primeras promociones allá por 1990, otros posteriores, los actuales papas que envían hoy a los chicos para que den sus primeros pasos, con todas las dudas e incertidumbres que se genera en cada uno de los padres.
Seguramente desde algún lugar, Camilo habrá esbozado una amplia sonrisa por lo que ha logrado: el amor cosechado entre todos los presentes. Una noche inolvidable donde se lo recordó, entre lágrimas y sonrisas.
Testimonios
Giorgio Christeller rompió el silencio para agradecer a los presentes y avisar que fue todo tan repentino que no tuvo tiempo de avisar a todos, pero por inicativa de muchos padres se decidió crear un espacio en donde poder encontrarnos y recordar juntos a Camilo. Dijo “El espacio es chico pero el corazón es grande”.-finalizó-.
A continuación algunos padres y docentes con la voz entrecortada por la emoción expresaron lo que sentían en lo profundo de sus corazones.
“Yo quiero destacar –dijo una mamá- que el jardín no ha formado a niños sino también a sabido conformar una comunidad de familias que se siguen viendo a pesar de los años transcurridos”.
“Yo destaco –agregó- la calidad humana de todos los docentes que son siempre muy bien elegidos por Camilo y Josefina.” Las puertas del Jardín siempre han estado abiertas. Un ejemplo que recuerdo es cuando en el año 1997 muchos padres se unieron para comprar un televisor y video para que los chicos no tengan que ir hasta la Escuela del Siglo Nuevo y cruzar la Av. Forest. Tanto Camilo como Josefina siempre han sabido entender las necesidades de cada familia”
“Estamos tan emocionadas –dijo Silvia Rojas, la Directora- de ver a tantos chicos y familias que hace tiempo no veíamos. Tuvimos el privilegio de poder disfrutar de la presencia de Camilo. Era una persona abierta, comprensiva y siempre tenía algo para asombrarnos”.”Tantos años compartidos hizo que nos vinculáramos desde el afecto, por eso los lazos y las emociones son muy fuertes. Vamos a seguir adelante con este hermoso proyecto –concluyó. (aplausos)
“Los chicos siempre querían ir a la dirección porque estar con la dulzura de Camilo y las de sus chupetines…” –dijo una docente- (risas)
Asimismo aclaró que Camilo estuvo hasta último momento proyectando cosas para este año.
Una mamá pidió un fuerte aplauso para Camilo que duró más de tres minutos…
Una abuela italiana se emocionó y agradeció que su ñieto haya pasado por el jardín y sollozó porque Camilo era su compatriota, ya que vivió en Italia muchos años en su misma región de La Toscaza.
“Para mi –expresó una mamá- dejar a mis hijos en el jardín era una catastrofe por la adaptación. Recuerdo que Camilo le decía que se quede tranquila y se tome unos mates….(risas) “ Sentíamos el amor que él generaba, nos sentíamos como en familia”
“Recuerdo –dijo otra mamá- cuando traje a mis dos hijas allá por 1990. Cuando las traje me encantó que las recibiera un varón, era tan cálido y tan amigable que pasar el rato en su oficina y la forma en que me explicó el funcionamiento del jardín, me llevó a las salitas y a conocer a las maestras. Mis hijas enseguida se sintieron a gusto, no se querían ir…
Luego de la adaptación –prosiguió- me hizo un diagnóstico de las nenas….
Me dijo: Una es como un sol, siempre va a brillar y la otra es como un dulce de leche…
(risas) Yo pensaba que me iba a decir otra cosa….(risas). Y no se equivocó son tal como él las describió, me dijo la pura verdad. –finalizó-
Una mamá comentó a los presentes que Camilo una vez le expresó que ninguna familia se va de aquí porque no pueda pagar la cuota. El siempre escuchaba los problemas de las familias nunca los suyos…
Un adolescente manifestó que al mediodía en el comedor se escuchaba música clásica, pero que a él no le gustaba la lechuga y Camilo sin rodeos le cambió el menú…(risas)
Una docente tuvo una entrevista laboral y Camilo le dijo que con la sonrisa que ella tenía quedaba en el jardín …Y dijo “Recuerdo que no dejé de sonreir hasta que me fui…(risas)
Otra docente le gustaba cantar en voz alta y eso le hacía decir a Camilo ¡Esto me va a matar!...(risas)
Otra adolescente recordó que siempre en la sopa había letras y siempre se sorprendía por las distintas formas que adoptaba la sopa…(risas)
Una docente que estaba a punto de casarse y estaba ahorrando para ello se sorprendió cuando Camilo la designó como coordinadora de la colonia de vacaciones y le decía: “Siempre decí que el patio es el pulmón del jardín” La maestra jardinera recuerda que tuvo record de inscripciones…y al final pudo casarse…(risas)
Un papá le puso Camila a su segundo hijo en homenaje a Camilo y también recuerda que en la oficina de Camilo conversaban sobre la forma de dejar de trabajar…(risas) Aclara que el amaba al jardín pero quería hacer otras cosas.
Finalmente una mamá dijo:”Tenía siempre una sonrisa aunque la situación fuera adversa. El estaba siempre alegre”
Estos son una mínima parte del inmenso anecdotario que cada familia tiene en su memoria. Seguramente el espíritu de Camilo, el emblema del Jardín Colmenita, hará brotar y renovar en lo docentes su vocación, la alegría, a pesar de la significativa ausencia, para proseguir con el proyecto. El amor que Camilo prodigó estará siempre presente en todos los que lo conocieron.
Jorge A. Alicata.
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