BIENVENIDOS AL BLOG DE LA REVISTA AQUENDE (Chacarita, Colegiales y Villa Ortúzar)

PINTA TU ALDEA Y SERAS UNIVERSAL....
Blog dedicado a los barrios de Chacarita, Colegiales y Villa Ortúzar. Este blog es una extensión de la revista gráfica Aquende, que se edita hace 29 años ininterrumpidamente.
Para colaborar con notas en ambos medios o figurar en el listado de anunciantes mandar un mail a revista_aquende@yahoo.com.ar








jueves, 27 de mayo de 2010

LA LITERATURA Y EL BICENTENARIO

www.omifernandez.com.ar por Omi Fernández

Pensar en la literatura argentina de hace 200 años nos remite a dos aspectos. El primero es que los conquistadores trajeron sus cronistas, escritores y poetas (todos ellos extranjeros) y sus escritos respondían a la necesidad de colonizar y evangelizar y no al reflejo o la búsqueda de una identidad argentina, en segundo lugar, el país no estaba constituido como tal, por lo que los escritos de esa época -si bien reflejaban los conflictos existentes- eran cartas, memorias, y narraciones que poco o nada tenían que ver con un propósito estético.
Los primeros escritores argentinos en el año 1810 tenían menos de diez años de edad (Esteban Echeverría (1805-1851) e Hilario Ascasubi (1807-1875)) por ejemplo, o, sencillamente, no habían nacido, como Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), José Mármol (1818-1871) y José Hernández (1834-1886). Los nombrados tenían activa participación política, abrevando en los sentimientos de fervor que compartían. Usaban sus escritos para expresar su ideología unitaria y, para denostar a su enemigo acérrimo: Juan Manuel de Rosas. Unitarios y federales, ilustración y populismo, es una antinomia que ha continuado dividiendo al país hasta nuestros días, aunque con otros nombres.
El poeta, escritor y político argentino que estuvo presente con su pluma y con su espada en 1810 es Alejandro Vicente López y Planes (1785-1856), conocido por todos por su extenso poema “Canción patriótica” que luego en la Asamblea de 1813 pasaría a llamarse “Marcha Patriótica” y se convertiría en nuestro “Himno Nacional Argentino” a partir de 1847. Volviendo a 1813, es la Asamblea General Constituyente la que encarga ese mismo año la composición de la música al español Blas Parera. La versión musical fue modificada en el año 1860 por el compositor Juan Pedro Esnaola, que enriqueció su orquestación.
Un aspecto muy interesante de este poema es que su texto completo tenía una duración de veinte minutos (luego abreviada a tres) pero en sus estrofas la diatriba a los españoles resultaba inconveniente en lo que respecta a las relaciones diplomáticas con España y también con los españoles que vivían estas tierras por lo cual se cercenaron las estrofas que contenían versos agraviantes.
El odio hacia la Madre Patria, que habitaba en los corazones de los próceres de la época, lo expresa López y Planes, claramente, en el primer párrafo, al decir: “a sus plantas rendido un león” (obviamente refiriéndose a España) y también en los versos del estribillo, que dicen: “En los fieros tiranos la envidia, escupió su pestífera hiel” o en “a estos tigres sedientos de sangre fuertes pechos sabrán oponer” o en “aquí el brazo argentino triunfó, aquí el fiero opresor de la Patria [el soldado español] su cerviz orgullosa dobló".
Se transcribe aquí el decreto de fecha 30-3-1900, firmado por el presidente General Roca y sus ministros Luis María Campos, Emilio Civit, Martín Rivadavia, Felipe Yofre, José María Rosa y Martín García Merou, en el cual se disponía que:
"Sin producir alteraciones en el texto del Himno Nacional, hay en él estrofas que responden perfectamente al concepto que universalmente tienen las naciones respecto de sus himnos en tiempo de paz y que armonizan con la tranquilidad y la dignidad de millares de españoles que comparten nuestra existencia, las que pueden y deben preferirse para ser cantadas en las festividades oficiales, por cuanto respetan las tradiciones y la ley sin ofensa de nadie, el presidente de la República, en acuerdo de ministros decreta:
Artículo 1°. En las fiestas oficiales o públicas, así como en los colegios y escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la última cuarteta y el coro de la Canción Nacional sancionada por la Asamblea General el 11 de mayo de 1813."
A continuación y para mejor illustrar los versos completos que se extrajeron del poema original.
Se levanta a la faz de la Tierrauna nueva y gloriosa Nación,
coronada su sien de laureles,y a sus plantas rendido un león.
Estribillo
De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animarla grandeza se anida en sus pechos:a su marcha todo hacen temblar.Se conmueven del Inca las tumbas,y en sus huesos revive el ardor,lo que va renovando a sus hijosde la Patria el antiguo esplendor.

Pero sierras y muros se sientenretumbar con horrible fragor:todo el país se conturba por gritosde venganza, de guerra y furor.En los fieros tiranos la envidiaescupió su pestífera hiel;su estandarte sangriento levantanprovocando a la lid más cruel.

No los véis sobre México y Quitoarrojarse con saña tenazy cuál lloran, bañados en sangre,Potosí, Cochabamba y La Paz?¿No los véis sobre el triste Caracasluto, llantos y muerte esparcir?¿No los véis devorando cual fierastodo pueblo que logran rendir?
A vosotros se atreve, ¡Argentinos!,el orgullo del vil invasor.Vuestros campos ya pisa contandotantas glorias hollar vencedor.Mas los bravos, que unidos juraronsu feliz libertad sostener,a estos tigres sedientos de sangrefuertes pechos sabrán oponer.
El valiente argentino a las armascorre ardiendo con brío y valor,el clarín de la guerra, cual trueno,en los campos del Sud resonó.Buenos Aires se pone a la frentede los pueblos de la ínclita unión,y con brazos robustos desgarranal ibérico altivo León.
San José, San Lorenzo, Suipacha,ambas Piedras, Salta y Tucumán,La Colonia y las mismas murallasdel tirano en la Banda Oriental.Son letreros eternos que dicen:aquí el brazo argentino triunfó,aquí el fiero opresor de la Patriasu cerviz orgullosa dobló.
La victoria al guerrero argentinocon sus alas brillantes cubrió,y azorado a su vista el tiranocon infamia a la fuga se dio.Sus banderas, sus armas se rindenpor trofeos a la libertad,y sobre alas de gloria alza el pueblotrono digno a su gran majestad.
Desde un polo hasta el otro resuenade la fama el sonoro clarín,y de América el nombre enseñadoles repite: "¡Mortales, oíd!:

No hay comentarios:

Publicar un comentario