PANTEON CENTRO GALLEGO
Por Santiago Hernán Vizzari, investigador histórico
Levantando en la necrópolis de la Chacarita, sobre tierra de la cuatro provincias gallegas, su "agallegado" Panteón Social que orgullosamente cobija la gran Cruz de Asorey, así como la tapa del nicho que cobijó al Guieiro Castelao.
Ese Centro Gallego que, conserva como museo la habitación donde se produjo el pasamento de Castelao, no merece bajo ningún concepto, que los "iluminados intelectuales" de la Consellería de Cultura e Deporte de la Xunta de Galicia, participen y colaboren en la realización de unas Jornadas que ofenden la memoria histórica de nuestra colectividad.
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El espíritu de cooperación social, conjuntamente con el empuje de los gallegos de la emigración, constituyeron el verdadero cimiento del Centro Gallego de Buenos Aires. Los asociados, las personas conocidas de los directivos, las entidades bancarias y empresas con recursos, efectuaron valiosas donaciones en efectivo y en especie. Asimismo se organizaron festivales, romerías, funciones de teatro, cuyo producto era destinado íntegramente al fondo para la construcción del Sanatorio. También el Estado colaboró de alguna manera, ya sea en forma de exención de impuestos, o mediante donativos temporarios, tales como el predio ocupado por el Panteón, concedido en 1925 en el entonces Cementerio del Oeste, hoy de la Chacarita.
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La construcción del panteón social en los terrenos donados por acuerdo del Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires en la Chacarita, que empieza su edificación en 1929, según el proyecto de Alejandro V. Varangot, e inaugura sus primeras instalaciones el 25 de Julio de 1932. Esta construcción representa una unidad simbólica con Galicia, idea de vuelta a su tierra natal. Sus líneas arquitectónicas corresponden al románico gallego; su claustro es una replica del la colegiata del San en Santiago de Compostela y su cuenta con un cruceiro, obra del escultor Francisco Asorey.
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Una de las últimas obras del autor es La Piedad (1944) destinada al Panteón de Gallegos Ilustres de Buenos Aires donde retoma el mundo románico y los acentos primitivistas de sus primeras obras. En este periodo se intercalan los encargos de esculturas conmemorativas en donde su estilo se tiñe de acento grandilocuente y monumentalidad tan al gusto de la época.
Francisco Asorey falleció en Santiago de Compostela el 4 de julio de 1961.
El primer Centro Gallego de Buenos Aires se fundó el 8 de julio de 1879. Por coincidencia en ese mismo año se fundaron el de Montevideo el 30 de agosto y el de La Habana el 23 de noviembre.
En octubre de 1881 organizó los primeros Juegos Florales de Buenos Aires, y tuvo otras destacadas actividades, para luego desaparecer.
El 2 de mayo de 1907 se funda el actual, con acta, cuyo original se conserva en el Instituto Argentino de Cultura Gallega, con el siguiente texto:
“En Buenos Aires, capital de la República Argentina, a los 2 días del mes de mayo de 1907, se reunieron en una solemne sesión, un regular grupo de entusiastas coterráneos, guiados a cual más, de un entrañable cariño a la región gallega, y acordaron fundar en Buenos Aires un CENTRO GALLEGO, para que al igual que otros congéneres, establecidos en diversas capitales americanas y europeas, pueda llenar las necesidades de que completamente carece nuestra colectividad , y para lo cual, se comprometen a constituirse en propagandistas, para la pronta realización de esta patriótica empresa y firman el presente documento, como prueba de su patriotismo más acrisolado”.
Lo suscriben Antonio Varela Gómez (Presidente) y Julio de la Cuesta (Secretario) al igual que otros 12 fundadores.
El 21 de julio de 1907 celebró Asamblea para elegir autoridades, resultando presidente Roque Ferreiro.
El 1909 impulsó las primeras Romerías Gallegas.
En igual año se establecieron los primeros Consultorios Médicos gratuitos, a cargo del médico gallego Pablo Rubido.
Para 1911 el Centro Gallego se transformó en Sociedad Benéfico Mutualista y se integró como director el Dr. Avelino Barrio.
El aquella época prestó ayuda económica, entre otros, a Manuel Murguía.
En 1918 comenzaron las obras del actual edificio social, y en 1931 las del Panteón Social, ambos de estilo romántico-gallego.
En su Biblioteca se acumulan decenas de miles de ejemplares.
En su pinacoteca existen obras de Castelao, Colmeiro, Sotomayor, Maside, Seoane, Laxeiro, Minguillón, Díaz Pardo, Mallo López, Cao, Abreu Bastos y Castro Couso, entre otros.
Participó en las publicaciones de los libros editados por las colecciones Dorna y Hórreo y cumplió funciones también la Editorial “Galicia” y se edita periódicamente una revista de igual nombre.
Han concurrido a la institución numerosas personalidades de la historia, cultura y ciencia gallegas, cuyas firman prestigian el importante Libro de Oro.
La atención clínico quirúrgica de sus asociados constituyó y constituye una prestación grata y eficiente, habiendo tenido más de 100.000 socios, que actualmente por razones demográficas, políticas y otras, se han reducido a la cuarta parte.
El edificio social cuenta con más de
En el anexo de Valentín Alsina, que se integró en 1947 hay más de 800 metros cuadrados, teniendo el Panteón más de
Es considerado, tal vez, como la más importante institución gallega del exterior. Con una importante historia de medicina mutual, con constancia a través para ayuda social, escuelas, etc. en Galicia.
Es ejemplo por sus socios y autoridades, de democracia continua, aunque en el país o en España la misma se espaciara.
Rogelio Rodríguez Díaz, autor de la “Historia del Centro Gallego de Buenos Aires”, cuya 1ª edición se hizo en 1940, relata que, “el país gallego brindó siempre generosamente sus brazos y sus útiles en beneficio de España”, y también lo hizo por América y Europa, en incontables lugares.
Los gallegos, a través de su inteligencia, modestia y honradez, -constituyendo alrededor del 70% de la etnia hispánica rioplatense-, conservan por su madre patria, y sobre todo por la múltiple Galicia, una remembranza y cariño que han sabido transmitir a sus descendientes.
En 1970 se instaura el Instituto Argentino de Cultura Gallega, de vasta y eficaz actuación hasta la fecha.
En 1990 la Xunta lo premió con la Medalla de Oro de Galicia.
En 1997 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires nominó a la intersección de Belgrano y Pasco como “Esquina Porteña de la Galleguidad Universal”.
A comienzos de 2003 se transfirió la tarea asistencial a la Fundación Galicia Salud, con importante ayuda de la Xunta, continuando el Centro Gallego con su función social y cultural.
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FUNDANDO HOGARES LEJOS DEL HOGAR
Mañana tendremos que llevarte a la Chacarita. Te encerraremos en el Panteón del Centro Gallego, de manera que puedas podrirte tranquilo en esa bonita casa, edificada sobre una capa de tierra de las cuatro provincias…”
Xosé NEIRA VILAS. Historias de Emigrantes.
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