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viernes, 11 de mayo de 2012

75 Anversario de la Parroquia “LA RESURRECCIÓN”


Iglesias, Templos y Sinagogas forman parte de la escenografía de la ciudad aunque ellas congreguen sólo a personas que profesan una fe, pero no son islas perdidas en los barrios sino que incluso a veces son parte de la identidad de los mismos.
En el corazón de Chacarita se encuentran dos iglesias equidistantes entre sí separadas por el parque Los Andes y la avenida Corrientes: “Todos los Santos y Ánimas” y “Resurrección del Señor” que celebran sus fiestas patronales con fechas especialmente significativas para el calendario católico pero también con el barrio al que popularmente se lo vincula al cementerio.
En 1886 don Agustín Comastri le vendió a Luis Cayol una fracción del enorme terreno que poseía, como estos parajes pertenecían al “Partido de Belgrano, Provincia de Buenos Aires” la escritura quedó inscripta en el Registro de Propiedad de la Plata.
Frecuente por aquellos años el nuevo dueño loteó el lugar e inició la venta, los primeros compradores fueron Agustín Roverano,  Juan Mena y Ulrico Flagenbuch que se convirtieron en propietarios pero no se afincaron en el lugar.
La mayor adquisición la hicieron en sociedad Ramón Buhigas, Agustín Bardi y Juan Molina; en 1888 dividieron el lugar correspondiéndole la mitad al primero y la otra a los dos socios, también lotearon y vendieron.
Los títulos de propiedad atestiguan los incipientes comienzos del barrio, se asentaba el número de lote, la letra de la manzana y los linderos, aparecen así las primeras “calle sin nombre” o “vía proyectada”, si no había dueños se asentaba el número de las otras fracciones, caso contrario se asentaba el nombre de los mismos. Las mudanzas no eran frecuentes así que por mucho tiempo se pudieron extender las escrituras de esta forma.
Como un rompecabezas incompleto hoy sólo sabemos que la manzana “B” estaba ubicada sobre la calle Dorrego “formando esquina a otra sin nombre” y lindaba con terrenos de un antiguo residente del lugar: Pedro Henestrosa. La “C” estaba rodeada por el Boulevard Colegiales (Lacroze), una calle proyectada, Henestrosa y la calle Washington (Guevara) limitando con la manzana anterior. La “H” se convirtió después en Lemos entre Dorrego y Leiva.
Casi finalizaba el siglo cuando se encendió como espiritual luz de guía “San Bernardo” (1896) construida por iniciativa de Salvador Benedit y llevada a cabo gracias a los obreros de la Fábrica Nacional de Calzado.
La nueva parroquia abarcaba una extensa zona que hoy comprende varios barrios que se fueron poblando en forma similar. Por entonces los dueños de los primeros lotes ya habían vendido y comenzaban a establecerse “los primeros vecinos” que si podían compraban, las monedas juntadas en una  lata  o en el folklórico colchón se convertían en inversión a medida que nuevas fracciones se ofrecían a la venta.
También en el filo “entre siglos” Nicanor Méndez se asoció con la firma “Ernesto Tornquist y Cía” para comprar terrenos en la zona. En 1906 la Sociedad le vendió 11 partes indivisas a Méndez reservándose 7 de las que formaban el total.
En forma lenta comenzó a poblarse la manzana “A” rodeada por la calle Dorrego y “el Gran Boulevard Corrientes” que lo separaba del “Cementerio Viejo de la Chacarita, próximamente jardines” por donde pasaba el Tramway Rural.
La torre de “San Bernardo” seguía sobresaliendo en medio de las casas bajas pero comenzó a quedar alejada de los nuevos núcleos de población que iban en aumento al tiempo que abrían comercios, talleres y fábricas. Con el tiempo se construyeron San Roque (1908), Nuestra Señora de los Buenos Aires (1912) y Nuestra Señora de los Dolores (1923)
El 12 de octubre de 1928 fue autorizada la creación de otras esparcidas por la ciudad, las más cercanas son Nuestra Señora de la Consolación “La Consolata”, Asunción de la Santísima Virgen  y “Todos los Santos y Ánimas” de la cual dependen las capillas del cementerio. 
Cuando comenzó su actividad en una casa de la calle Otero –la iglesia se fundó varios años después- recién se habían inaugurado “Las Colectivas” que traería a más de cien familias a vivir en una sola manzana. Su primer párroco el Presbítero Enrique Lavagnino estuvo más de una década al frente de la Iglesia y parece ser que fue el pionero en usar megáfono en las procesiones por las calles del barrio.
Mientras tanto “La Resurrección” como la llaman familiarmente los vecinos fue creada el 25 de julio de 1934 y estaba ubicada en Dorrego “a media cuadra de Triunvirato” cuando fue bendecida e inaugurada el 24 de abril de 1937.
La crónica señala que a las 16 horas una nutrida concurrencia asistió  a la ceremonia religiosa presidida por el entonces Arzobispo de Buenos Aires Cardenal Santiago Luis Copello.
Después de ser recibido por los padrinos del templo el Dr. Omar Álvarez Balbín y su esposa Gilda Comastri el prelado dijo unas palabras en reconocimiento “al R.P. Adolfo Tornquist, salesiano, quien dedicaba el nuevo templo a la feligresía en memoria de sus padres”. Ernesto Tornquist y Rosa Algelt habían sido en cierta forma dueños, recordemos que era una sociedad, de la otrora manzana “A”.
Una de las crónicas brindó detalles de la ceremonia religiosa: “Frente al altar mayor, profusamente adornado con flores blancas y rojas  rezó una breve oración. Seguidamente recorrió el perímetro interior del recinto y luego el exterior asperjando el paramento de los muros con agua bendita, mientras recitaba las oraciones de rúbrica. Al regresar se escucharon las Letanías de los Santos.”
Después que el padre Lavagnino dijera unas palabras el Cardenal Copello impartió la bendición pidiendo a los participantes rezar por el engrandecimiento espiritual de la nueva congregación.
Ese día tuvo lugar el primer bautismo: Osvaldo Felipe Onzari, hijo de Rogelio y Natalia Cebrero; también  ese año se celebró el primer matrimonio entre Roberto Bonfigli y Scioperina Besso que eran vecinos de “Las Colectivas”.
Al día siguiente en una misa solemne fue elevado a la categoría de párroco Monseñor Manuel Moledo que ejerció una intensa actividad pastoral que se extendió más allá de los límites barriales, inició el “Grupo Scout” (1939) y le dio impulso a varias asociaciones laicas.
Le siguió Luis Hilario (1957-1963) al cumplirse el 25° aniversario de la parroquia el 31 de marzo de 1962 el Arzobispo de Buenos Aires Cardenal Antonio Caggiano bendijo el nuevo altar mayor con la imagen de Jesús Resucitado.
Mientras fue párroco Carlos Ramón Reggiani (1963-1969) abrió sus puertas el Colegio –corría el año 1966- hoy “Instituto Resurrección del Señor” que año tras año recibe y revive el  desborde de renovadas energías.
Continuó su obra Boris Gabriel Turel (1969-1977) casi como pionero creó el boletín mensual “El Puente” para estrechar el vínculo informativo con su comunidad.
Con Carlos Cumarianos (1978-1998) comenzó “Cáritas”, abrió sus puertas el “Hogar Maternal” y “La Casita”; y comenzó a emitir “La Radio” (91.3 FM)
Más recientes José María Baliña (1998-2009) y Antonio Roberto Borré que hoy se encuentra al frente para festejar los 75 años  de la parroquia.  
También otros sacerdotes  y seminaristas formaron y forman parte de la comunidad, algunos en la actualidad son párrocos en otras iglesias. 
Durante sus largos años de vida hubo muchos cambios en su interior, la actual imagen del Jesús Resucitado sobre fondo blanco supo tener pinturas alegóricas y durante muchos años dos enormes ángeles sostenían las lámparas que iluminaban el altar mayor.
La Cruz de la entrada lateral estaba en otras épocas ubicada en la nave izquierda junto con la Virgen y San Juan; y más recientes son las pinturas de la “Instauración de la Eucaristía” y “Pentecostés” que en 1986 pintó Luis Espinosa -su papá Eduardo “el Gordo” Espinosa tuvo una fecunda actividad pastoral en los grupos laicos-  falleció hace muy poco tiempo. 
Por su extensa e intensa actividad pastoral al frente de “La Resurrección”  Manuel Moledo y Carlos Cumarianos se encuentran enterrados en la Iglesia.
El filtro del tiempo le dio a la comunidad una nueva fisonomía, por ser un barrio de gran movimiento allí concurren viejos y nuevos vecinos que tejen un lazo sutil con los que “están de paso” y elevan una  oración… son el espíritu del lugar que temporalmente las alberga y que este año cumple sus primeros 75.

Lic. Stella Maris De Lellis.

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