Mi cuna fue un conventillo,
alumbrado a kerosene...
Barrio reo, campo abierto, / de
mis primeras andanzas, / en mi libro de esperanzas/ sos la página mejor...
“Barrio reo” (1926) Tango de Alfredo Navarrine y Roberto Fugazot
Con permiso
voy a presentarme, nací en la década del treinta del siglo pasado en un barrio
humilde de la Ciudad de Buenos Aires.
Típico lugar de casas bajas habitadas por familias de inmigrantes
europeos, que vivían de modo comunitario. Mi casa era un inquilinato con
sanitarios y pileta de lavar de uso común.
En ese escenario descubrí en las voces femeninas, los hombres siempre en
el café con los naipes y el billar, el fútbol y las carreras, una forma de
comunicar sus sentimientos a través de una forma indirecta. Es decir, sin mencionar
a la persona a la cual estaba dirigido el mensaje. ¿A ver si los recuerdo? :
“Algunas parecen unas mosquitas
muertas de día pero de noche, son unas descocadas”
“Podrán vestirse como una artista
pero yo sé que aún no le pagaron la libreta de fiado al almacenero”
“Yo no pongo las manos en el fuego
por nadie, salvo por mi difunto, pero
hay señores con lujos que sólo se los puede brindar el oficio de
quinielero”
“Puedo caminar por la calle con la
frente bien alta mientras algunas que conocemos, sólo tienen sus historias de
engaños a sus maridos”
“Mis hijos son decentes como sus
padres pero, se de alguien que anda con malandrines”
“Señora ¿No me va a decir que con un
trabajo decente haya gente que pudo acumulado tanto dinero?”
“Yo me paso dale que te dale todo el
día con mis que haceres domésticos mientras una que no quiero nombrarla,
siempre en la peluquería haciéndose la permanente”
“Tengo el orgullo de tener a mi hija
con el título de “Profesora en Corte y Confección Sistema Teniente” y veo a otra como una
fumadora teñida”
“Hay
gente que nace estrellada, hay vagos que consiguen emplearse en un banco. Para colmo sin el título de dactilografía de
las “Academias Pitman”. Por algo se
pasan las noches en el comité de la esquina”
“Si hay algo que no hago, es meterme
en las cosas de los otros. Eso es de
chismosas...
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