El siguiente artículo propone interrogar acerca de cuan cerca o cuan lejos estamos los docentes de aplicar una pedagogía práctica y relacionada con los intereses y preocupaciones de los alumnos.
Por : Lic. Marcelo Albornoz
En principio, resultaría apropiado recordar algunos aspectos del pedagogo brasileño, quien fue Profesor de Historia y Filosofía de la Educación; criticó fuertemente la educación tradicional por considerarla manipuladora -sobre todo de los sectores populares- siendo de esta forma funcional al statu quo, por acción u omisión. Asimismo, Freire desarrolló importantes tareas de alfabetización de campesinos, consiguiendo significativos resultados en plazos inmejorables. Promovió también la creación de Círculos de Cultura, que fueron la base de los alfabetizadores que desarrollarían la titánica tarea de educar a los millones de analfabetos y semianalfabetos que poseía Brasil en la década del sesenta.
Para Freire, la enseñanza debe ser esencialmente concientizadora de masas, y no el mero "aprendizaje" de ciertos contenidos; por su parte, esa concientización dotará a los sectores populares de herramientas y medios para discernir su posición social y poder dar cuenta así de la relegada situación en la que se encuentran. Según Freire, este desentrañamiento provocará la movilización necesaria para generar los cambios que la situación amerita. Para poder materializar ese proceso, se hace indispensable implementar una educación relacionada con la vida real de los educandos. Esto significa que sería fundamental demostrar a los alumnos que todo lo aprendido debe ser aplicado a la realidad individual y sectorial. Para ello, aprender a leer y a escribir en primer lugar es primordial para el conocimiento de la realidad, y por ende para incentivar a los alumnos a utilizar esa nueva capacidad y poder aprehender de distintas fuentes los problemas sociales en que están inmersos.
Es importante destacar que se debe diferenciar el tipo de educando al que se quiere concientizar, ya que no son los mismos recursos los utilizados para los niños, que para los adultos analfabetos o semianalfabetos. En este sentido, la lecto comprensión es un recurso válido, pero muchas veces insuficiente. Para evitar su intrascendencia, el docente debe adoptar un compromiso con los sectores más vulnerables y ensayar a partir de ciertos ejes críticos las situaciones que atraviesan los sectores más económica y socialmente vulnerables. Un medio idóneo para llevar a término práctico estos requerimientos in situ puede ser la confección y elaboración de matrices de datos; a través e ella, podrá propiciarse la identificación del problema y los distintos intereses en pugna, generándose un debate en donde el docente modere con pluralidad las posturas que de él surjan, postulándose él mismo como constructor y artífice de respuestas superadoras.
En definitiva, una aproximación a las propuestas pedagógicas de Freire deberá relevar la importancia de educar y contextualizar sin omitir la vida y experiencias de los educandos, obteniendo así una verdadera educación en valores, más próxima, real y pertinente a las vivencias y necesidades inmediatas de los sujetos.
En primera instancia y según lo formulado por Freire, esta metodología partiría desde el estudio y abordaje de las disciplinas que conforman las ciencias sociales, pero se la debe extender progresivamente a otras áreas del conocimiento científico. De esta forma, la lectocomprensión crítica, se impone como indispensable para alcanzar el grado cognitivo en la toma de conciencia social.
Este proceso se aceleraría en la educación y alfabetización de adultos, ya que éstos contarían con el desarrollo psicobiológico necesario para comprender el complejo entramado de intereses sociales en que se encuentran.
Todo el proceso educativo tendría como objetivo primordial que el educando descubra su posición social, histórica y actual, así como también la ubicación social del sector al que tanto él como sus pares pertenece comprendiendo cuál fue el proceso que "permitió" la conformación de ese tipo de sociedad. El hecho de descubrir primero y comprender el proceso después facilita el fenómeno de la concientización , cuyo significado "no es sinónimo de ideologizar; si la toma de conciencia abre camino a la crítica y a la expresión de insatisfacciones ello se debe a que éstos son los componentes de una situación de opresión". De esa forma se promueve la búsqueda de soluciones y argumentos que convaliden las reivindicaciones de ciertos grupos, sobre todo de los sectores populares.
El método concientizador propuesto por Freire fue y es de carácter renovador y transformador, ya que lo que se persigue no es la mera adquisición en abstracto de definiciones y contenidos, sino un tipo más trascendental de puesta a punto de una conciencia y un discernimiento humano para comprender la posición personal de todo individuo, su identidad y posición histórica y, por medio de esta operación, la posibilidad de transformar su entorno.
Asimismo, las posturas de Freire se encuentran en las antípodas de lo que él denominó 'educación bancaria o mercantilista' caracterizada por una relación de sometimiento y asimetría de los educandos respecto a sus educadores: ellos sólo deben recibir de manera pasiva los saberes y conocimientos de los educadores puesto que éstos representan la intermediación entre lo científico y lo vulgar. Esta posición sumamente criticable y criticada por Freire desconoce la concepción de construcción y recreación social de la cultura, delimitando hasta el extremo los roles diferentes entre docentes y alumnos . En definitiva, Freire sostiene que el conocimiento es un proceso colectivo en el que todos participan desde sus respectivas culturas, posiciones y experiencias, considerando la educación praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo. En concomitancia con este argumento, el docente no debe desconocer sus competencias actuales, sino que debe partir de ellas para arribar al estado de concientización.
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