Desde la aprobación de la Convención Internacional de los derechos del niño en 1989 avanzamos en numerosas leyes locales y nacionales, procurando cumplir con sus postulados. Básicamente logramos el reconocimiento de niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos, y en particular que la Justicia y los ámbitos administrativos reconozcan el derecho de los chicos a ser escuchados y a ser protegidos contra todas las formas de violencia.
También se imprimió con fuerza en la pionera
ley 114 de la ciudad de Buenos Aires (Año1998) y luego en la Ley Nacional 26061
(2005) el principio de que los niños no
deben ser separados de su grupo familiar por motivos basados en la pobreza, y
que es necesario apelar a la familia ampliada o comunitaria ante la
inexistencia de sus padres o ante el daño producido por situaciones de
violencia.
Es por ello que los equipos de infancia buscan
por todos los medios y con los recursos posibles evitar la institucionalización
de niñas y niños en hogares o comunidades convivenciales, en los cuales los
procesos de despersonalización y des-subjetivación son frecuentes. Aún dando positivas respuestas en el
resguardo de víctimas de maltrato y abuso sexual infantil, y en sus derechos sociales
económicos y culturales, el albergue en instituciones convivenciales - en
general - no permite elaborar un proyecto de vida familiar autónomo para cada
niño.
Por ello es que estamos proponiendo ampliar
los recursos existentes en la Ciudad para acompañar a las familias, directas o
ampliadas, cuando se detectan situaciones de
vulnerabilidad. Anticipándonos a las situaciones críticas en las cuales
ya no quedan posibilidades más que adoptar medidas excepcionales de separación
de los chicos del grupo familiar.
Presentamos la propuesta de dar fuerza
legal y extender a todas las comunas de
la Ciudad, el Programa de Fortalecimiento de Vínculos Familiares y
Comunitarios, con equipos sociales que acompañen a las familias de manera
regular en el cuidado de los chicos, en la capacitación de los y las familiares
que tienen a su cargo la crianza.
Y proponemos también que en cada Comuna se
organicen Foros de Orientación Familiar,
con los equipos de infancia del mencionado Programa, las Defensorías Barriales,
los profesionales de las áreas programáticas,
los Equipos de orientación escolar y todos quienes estén interesados en
aportar en capacitación y prevención para las familias de nuestros barrios.
Tenemos leyes y organismos de infancia
adecuados a la Convención, pero pobres en recursos humanos y presupuestarios.
Hagamos de la letra de las leyes una realidad política y social.
Diputada María Elena Naddeo, docente, vecina
del Barrio de Chacarita y Villa Crespo, preside la Comisión de Mujer, Infancia,
Adolescencia y Juventud de la Legislatura Porteña www.mariaelenanaddeo.com.ar mariaelenanaddeo@gmail.com
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